Un poco de historia
Esta vez nos encontramos ante un juego de mundo abierto con un guion completamente original. Por lo tanto, en vez de seguir los pasos del manga, viajaremos hasta Isla Prisión, un lugar gobernado por la Marina en el que se dice que hay oculto un gran tesoro. Evidentemente, la tripulación de los Sombreros de Paja no se puede resistir a la tentación de hacerse con él y ponen rumbo hacia esta localización, aunque al llegar allí caen en una trampa y son derrotados por su alcaide.
Jeanne es un nuevo personaje creado para el juego que tiene un papel importantísimo en la trama. A efectos prácticos, es la auténtica protagonista de la historia. De esta manera, comienza una historia que nos ha recordado muchísimo a lo que estamos acostumbrados a ver en las películas de One Piece y que nos llevará a conocer a nuevos personajes, enfrentarnos a viejos conocidos y a resolver algunos misterios. Eso sí, la trama no comienza hasta la segunda mitad y que los Mugiwara tienen un papel testimonial en ella, a excepción de Luffy, por lo que, si esperas ver a Zoro, Sanji, Nami y al resto haciendo de las suyas, probablemente se lleven una gran decepción. Además, resulta enormemente predecible, tiene algunos agujeros y la mayoría de secuencias de vídeo son tan pobres que su narrativa pierde muchísima fuerza.
Al menos, resulta mínimamente entretenida y tiene una recta final bastante decente, por lo que cumple su función de justificar nuestras idas y venidas por Isla Prisión. La mala noticia es que los auténticos problemas empiezan en lo que debería ser lo más importante: todo lo demás.
Las mecánicas
Como hemos comentado anteriormente, estamos ante un título de mundo abierto en el que (incomprensiblemente) controlaremos únicamente a Luffy mientras cumplimos misiones, combatimos enemigos, buscamos cofres con tesoros y recolectamos materiales, ya sea para completar algunos encargos o fabricar nuevos trajes y piezas de equipo.
Hasta aquí todo bien, pues no deja de ser la premisa habitual del género, y el hecho de que hayan intentado llevar la serie a dicho terreno nos parece algo muy destacable, aunque la ejecución de esta idea ha resultado ser un desastre.
Para empezar, el mundo por el que nos movemos está totalmente carente de vida. Ni siquiera las ciudades y aldeas están mínimamente pobladas, lo que resulta doblemente llamativo, es que en una de ellas está plagada de rascacielos y por las calles apenas veremos cinco o seis personas (ni los puestos de las tiendas tienen a sus trabajadores) paradas en el mismo sitio y sin hacer nada, esperando a que nos dignemos hablar con ellas para poder decirnos lo primero que se les venga a la cabeza.
Por supuesto, olvídense de la fauna, ya que ni siquiera hay pájaros surcando el cielo. Al final, la sensación que se percibe, mientras nos movemos por el mapeado, es estar simplemente por una decoración de escenografía.
El diseño de misiones no es mucho mejor y se limita únicamente a hacernos ir desde el punto A hasta el B para hablar con alguien, recolectar materiales, derrotar enemigos de turno o pulsar algún interruptor, por lo que son incapaces de crear situaciones únicas, diferentes y mínimamente interesantes que nos eviten sentirnos como mandoneados.
Si al menos los combates fuesen divertidos, todo esto se haría mucho más llevadero, pero, por desgracia, no es el caso. Luffy puede cambiar entre el Haki de observación (rápido, ágil y centrado en esquivar ataques) y el de armamento (lento, poderoso, de movimientos amplios y orientado a los bloqueos) y cada uno de ellos nos permitirá realizar unas técnicas u otras, aunque a la hora de atacar cuerpo a cuerpo todo se limita a presionar un solo botón para realizar la misma combinación de golpes una y otra vez.
También contamos con dos barras de energía, uno para ejecutar técnicas definitivas y el Gear Fourth, y otro con el que podremos ralentizar el tiempo y ver a través de las paredes para detectar cofres, puntos de interés y enemigos.
Además, si queremos golpear a distancia, podremos apuntar como si de un shooter en tercera persona se tratase para estirar nuestro brazo y pegar puñetazos (gomu gomu no pistol) desde lejos, aunque nuestro héroe necesitará descansar tras hacer esto varias veces seguidas.
Lamentablemente, no hay mucho más que destacar, por lo general, las batallas se suelen resumir en presionar constantemente los botones de ataque para cargar energía y así poder lanzar nuestros mejores golpes.
La cámara es nefasta incapaz de seguir la acción y que no para de dar problemas, un sistema de fijado de enemigos que suele hacer lo que le da la gana, la total ausencia de IA enemiga, una escasísima variedad de rivales a derrotar y cajas de colisiones que no terminan de funcionar como deberían cuando luchamos en terreno inclinado.
Las batallas más divertidas son con los jefes, repletas de puro fan service al permitirnos luchar contra algunos de los enemigos más icónicos de la serie, y donde tendremos que planear algo más de estrategia, sobre todo en la dificultad máxima, pues nos obligarán a esquivar y evitar sus ataques mientras buscamos el momento adecuado para pasar a la ofensiva, dejándonos con algunos momentos muy espectaculares y dignos del
Lamentablemente, la cámara perturba bastante las batallas y el hecho de salirse del área delimitada por el minimapa, se pierde automáticamente el enfrentamiento. Esto último nos ha parecido especialmente grave, ya que nuestros ataques suelen mandar volando a nuestros adversarios, así que no podremos perseguirlos y tendremos que esperar a que vuelvan dentro del círculo para poder seguir luchando, lo que rompe el ritmo de los duelos y resulta muy frustrante por el poco sentido que tiene, algo que se habría solucionado fácilmente colocando barreras invisibles.
Por otra parte, comentar que existe un árbol de habilidades en el que podremos invertir los puntos de experiencia que ganemos para desbloquear nuevas técnicas, mejoras y movimientos. Esto no solo se aplica a los combates, sino también a la exploración, a nuestra movilidad e incluso a nuestras capacidades para el sigilo.
Tenemos que admitir que este sistema de progresión está bien estudiado y casi todas las mejoras que podremos conseguir son realmente útiles, aunque resulta completamente incoherente que estemos controlando a la versión más reciente de Luffy y no sea capaz de utilizar de inicio movimientos tan básicos como el Gomu Gomu no Bazooka o el Gomu Gomu no Rocket, cosas que lleva usando desde el primer capítulo y que aquí tendremos que desbloquear.
Hablando de incoherencias, probablemente les haya llamado la atención que hayamos mencionado que hay sigilo, y no es para menos, ya que estamos hablando de realizar infiltraciones con uno de los personajes más alborotadores, brutos e incapaces de seguir planes sutiles.
Al igual que el resto del juego, estas mecánicas están muy poco cuidadas y únicamente se limitan a situarnos detrás de nuestros enemigos sin que nos vean para ejecutarlos, aunque también podremos escondernos en un barril para pasar desapercibido, algo a lo que no le hemos encontrado utilidad. Considerando lo errática que es la IA enemiga, capaz tanto de vernos desde la otra punta de la isla y a través de varios edificios como de tardar varios segundos en detectarnos, aunque estemos dando saltos delante suyo, al final todo lo relacionado con el sigilo acaba cayendo en saco roto y únicamente lo utilizaremos en las poquísimas misiones donde es obligatorio que no nos vean. Ademas, los remates que se pueden ejecutar al tener un enemigo desprevenido, tienen unas animaciones muy poco trabajadas.
En total, completar la aventura principal nos llevará entre 10 y 12 horas, aunque hay un buen puñado de misiones secundarias, jefes opcionales y coleccionables para quienes quieran hacerlo todo, disparando la cifra entre las 25 y 30 horas e incluyamos la máxima dificultad que pueden ser más horas, ya que en este modo los enemigos te derrotan en 2 o 3 golpes (incluyendo a los mas débiles)
Gráficamente es agradable.
En lo que respecta a su apartado gráfico tenemos un título muy colorido y bonito en lo visual, con unos escenarios grandes, amplios y que captan muy bien el estilo artístico de la serie, algo que se hace especialmente evidente en las ciudades y en la arquitectura de sus edificios. Además, los jefes y los personajes principales están bien detallados y hacen gala de un cel shading muy conseguido, por no hablar de sus animaciones, donde destacan, como no podía ser de otro modo, las de Luffy, cuyos ataques están genialmente recreados.
La parte negativa la ponen los enemigos y los habitantes de la isla, con modelados extremadamente básicos y sin expresiones faciales. Algo parecido ocurre con las secuencias de vídeo, alternando unas poquísimas de buena calidad, espectaculares y bien dirigidas con otras que son un auténtico desastre y que ni siquiera cuentan con doblaje. Por desgracia, estas últimas suponen la inmensa mayoría.
Finalmente, la banda sonora es de corte orquestal y capta bien el estilo de lo escuchado en el anime, aunque le falta algo de fuerza y variedad. Los efectos sí son muy reconocibles y el doblaje japonés es excelente, manteniendo a los mismos actores de la serie para cada personaje, por lo que es una pena la poca presencia que tiene a lo largo de la aventura. Evidentemente, los textos nos llegan traducidos al español.
Conclusión
One Piece: World Seeker, por momentos, da la impresión de que crearon el mundo y se quedaron sin presupuesto para llenarlo con contenidos y mecánicas de calidad, dando como resultado un título que intenta abarcar más de lo que puede y que, en consecuencia, fracasa en todo lo que hace. A pesar de todo, su mezcla de elementos y la cantidad de fan service que esconde harán que encontremos en él una aventura mínimamente entretenida para los mayores fans de estos carismáticos piratas. Crucemos los dedos para que la próxima vez les vaya mucho mejor, sobre todo con Project Dragon Ball.
Lo bueno
- Los enfrentamientos contra los jefes.
- La narrativa del juego es como una película de One Piece.
- Demasiado Fan Service.
Lo malo
- Las mecánicas de juego: sistema de combate, sigilo, la cámara y el diseño de las misiones.
- Un mundo con poca vida y bastante vacío.
- Solo se puede utilizar a Luffy.
Nota: 4.5/10
Gracias a Bandai Namco por facilitarnos una copia de Xbox One para realizar este análisis